La sinergia perfecta entre los ciclos de vida e inundaciones dentro del amazonas
En esta gran selva tropical solo hay dos temporadas, una seca y otra lluviosa o de inundaciones, que marcan el ciclo vital de las millones de especies en este ecosistema. Las inundaciones marca el inicio de la temporada de reproducción, siendo los peces los primeros beneficiarios de que el alto nivel del agua les permita acceder con facilidad a la fruta y tallos de los árboles. Cargados de esa energía se reproducen en forma masiva, esparciendo sus huevos entre las ciénagas, lagos y humedales de la selva que se fusionan durante esta temporada.
En esta bonanza de actividad de los peces, el delfín rosado los devora para facilitar su gestación y las tortugas charapas se nutren de la fruta antes de reproducirse. De esta forma ambas especies se preparan para recibir a la siguiente generación entre mayo y junio, asegurando un ambiente ideal para sus crías al inicio de la temporada seca, en donde las grandes zonas inundadas se dividen en pequeños cuerpos de agua sin grandes depredadores.
Adaptarse a esta cadena vital, regida por los ciclos naturales de la selva amazónica es vital para la proliferación y prosperidad de todas las especies.
