Esta fruta pequeña, morada y que crece en el alto de una palmera homónima, es quizás la más famosa de Sudamérica en los últimos años. Sin embargo, pocos saben de dónde viene su nombre o porque Açaí significa “la fruta que llora” en dialecto Tupi. 

La historia comienza con la hambruna de la tribu del cacique Itaki, que viendo cómo su pueblo moría, consultó al consejo tribal para salvar a su gente. El augurio fue unánime, debía entregar a su nieta, la hija de Iaça. Como hombre de palabra lo hizo, pero la madre, desconsolada, fue a buscar a su niña en medio de la noche y la encontró convertida en una palmera. 

La madre lloró toda la noche y a la mañana siguiente, se unió con su hija, mostrando un rostro sereno mientras la palmera se llenaba de frutos que la tribu transformó en vino y salvaron las miles de vidas restantes. La fruta que llora, honra al sacrificio iaça, invirtiendo su nombre y dando a luz a una fruta prodigiosa en todo sentido.