Poner rumbo hacia el Amazonas es embarcarte en una travesía tanto geográfica como espiritual. Conforme te adentras en la selva y te alejas de la “civilización”, poco a poco te acercas a un estilo de vida menos condicionado por la moda y la actualidad, dónde lo más importante es respetar y estar en armonía con lo que te rodea. Entender el estilo de vida de comunidades que buscan coexistir y conectar, más que dominar y conquistar. Por eso, y al adentrarte aún más en la selva, descubrimos que la fronteras se desvanecen y ya no hay colombianos, peruanos o brasileños, todos pertenecen libremente al Amazonas. Para el indigena no hay fronteras, porque es en la selva dónde todos se conectan y nos invitan a encontrarnos como hermanos en el origen de la madre que todos compartimos, la tierra. Recorrer el Amazonas no es solo turismo, es viajar al origen