Este es el Copoazú
Tienes en las manos un Copoazú, lo primero que notas es que la fruta es un poco pesada y recubierta de polvillo. Su cáscara es dura, aunque no como la del coco, y para abrirlo necesitas golpearlo con una superficie dura o un objeto contundente. Al abrirse te impacta la intensidad de su aroma agridulce, multiplicando el olor que desprende en el momento que cae del árbol y avisa que está listo para la recolección.
Dentro del fruto te sorprende gran cantidad de pulpa blanca, llena de filamentos y manteca, que se usa para elaborar helados, bebidas e incluso cosméticos. Una vez le quitas la pulpa quedan las semillas, estas se fermentan, secan y tuestan como las del cacao para hacer chocoazú, infusiones y bebidas calientes similares al café.